Hoy voy a explicar un poco la segunda parte de microorganismos.

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Sabemos que existen microorganismos beneficiosos, como la flora bacteriana, y patógenos que provocan enfermedades infecciosas, las cuales se pueden clasificar según el modo de contagio. El modo de contagio puede ser por contacto directo con la herida, por vía sexual, por el aire, alimentos, agua o por animales que son vectores.

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Para evitar contagios, se debe realizar un control de los microorganismos mediante agentes antimicrobianos. Estos pueden ser:

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Agentes físicos: esterilización (elevar mucho la temperatura para destruir las cubiertas bacterianas), pasteurización (elevar la temperatura y luego enfriar), tratamiento con temperaturas inferiores al punto de congelación (es una proceso bacteriostático), radiaciones electromagnéticas (ionizantes y no ionizantes) y filtración de fluido o de gas.

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Agentes químicos: esterilizantes como el gluraraldehído, desinfectantes como la lejía y antisépticos como el agua oxigenada.

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Agentes quimioterapéuticos: con toxicidad selectiva. Los antibióticos, de origen natural; y los agentes quimioterapéuticos sintéticos como las sulfanamidas o el AZT.

 

Dentro de la biotecnología microbiana, se incluyen procesos industriales en los que se utilizan microorganismos para obtener productos de utilidad. Así, se engloban:

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La producción de antibióticos, que son sintetizados por hongos del género Penicillum y bacterias de los géneros Bacillus y Streptomyces.

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La producción de vitaminas, aminoácidos y enzimas a gran escala. Vitaminas como la B12 son sintetizadas por bacterias; los aminoácidos como el ácido glutámico son utilizados como potenciadores de sabor; y las proteasas y amilasas se utilizan en la industria del pan y la textil.

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Las fermentaciones, que degradan moléculas orgánicas complejas a moléculas orgánicas más sencillas. Hay diferentes tipos de fermentaciones: la alcohólica de la cual se obtiene el vino, la acética de la que se obtiene el vinagre y la láctica de la que se obtiene el queso.

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El control de plagas mediante microorganismos entomopatógenos como virus, bacterias y hongos.

En la industria alimentaria se estudian los microorganismos para tener controlados los alimentos y garantizar el consumo sin peligro.

En la ingeniería genética se utilizan para transferir genes.

Y la depuración de aguas residuales mediante bacterias y protozoos.

 

Por último, la importancia de los microorganismos recae en los ciclos biogeoquímicos, ya que son ellos quienes los cierran, haciendo posible el reciclaje de la materia para que los nutrientes no se agoten.